Champions: Morata brilla en el Bernabéu mientras el Madrid salta al vacío sin rumbo
En un choque electrizante en el Estadio Santiago Bernabéu, Álvaro Morata se erigió como figura clave al anotar un gol que condujo al Milan a una contundente victoria por 1-3 ante un Real Madrid desdibujado. Con la presión sobre Carlo Ancelotti aumentando, el Madrid sufrió su segunda derrota en la fase de grupos de la Champions, exacerbando la incertidumbre sobre el futuro del equipo.
Morata, en su retorno a un terreno que lo acogió con fervor y en ocasiones lo abucheó, deslumbró con su actuación. Su segundo gol del encuentro fue un testimonio de su exorcismo emocional y de su explosiva forma física, un recordatorio de que cada vez que pisa el campo, busca dejar huella. El delantero, siempre dispuesto a presionar, llevó al límite a una defensa del Madrid que ha mostrado preocupantes grietas en las últimas semanas.
El ambiente era tenso en el Bernabéu, marcado por un sentido homenaje a las víctimas de Valencia, mientras que una marea de emociones esperaba a ser desatada con el silbido del árbitro. La decepción por el reciente fallo en el Balón de Oro también pesaba sobre los aficionados, que no dudaron en pitar el himno de la Champions, reflejando su frustración ante un equipo que parece haber perdido su lustre.
Desde el inicio, el Madrid salió decidido, pero su impulso inicial pronto se desvaneció. La presión alta se convirtió en un arma de doble filo, llevando a pérdidas de balón que fueron capitalizadas por el Milan, en un ataque aéreo coordinado que culminó con el tercer gol de Reijnders. Las deficiencias en la zaga madridista son un doloroso recordatorio de las áreas que necesitan atención urgente por parte de Ancelotti.
Con Luka Modric al mando en el centro del campo, el equipo buscaba reconfigurarse, pero las sustituciones de Valverde y Tchouaméni durante el descanso reflejaron la desesperación del entrenador. La entrada de Camavinga y Brahim parecía un intento de revitalizar un juego estancado, pero la falta de una estrategia clara fue evidente. El Milan, con sus dinámicos atacantes, supo aprovechar el espacio dejado por la defensa del Madrid.
Fue notable la imprecisión de Vinicius, que aunque buscaba generar peligro, le costaba encontrar un disparo claro. El brasileño tuvo una oportunidad crucial de empatar desde el punto de penalti, pero su lanzamiento a lo ‘Panenka’ fue una oportunidad desperdiciada que selló las esperanzas del equipo.
El clima de frustración creció en el Bernabéu, donde los hinchas, tras un último intento épico de Rüdiger que fue anulado por el VAR, comenzaron a cuestionar la dirección que sigue el club. La Champions se presenta como un camino lleno de baches y misterios, donde ni Ancelotti ni sus jugadores parecen tener respuestas claras.
La situación en el Madrid es delicada, y el tiempo apremia para encontrar una solución antes de que el tren de la Champions se aleje irremediablemente. Como se ha demostrado en partidos recientes, cada encuentro es crucial y la necesidad de reencontrar un estilo de juego claro se ha vuelto más urgente que nunca.