La destrucción del fútbol base en la zona cero: 100 clubes arruinados y 18.000 fichas paralizadas.

La tragedia del fútbol base en la zona más afectada por la catástrofe es alarmante: ligas que se han vuelto insostenibles, 100 clubes en ruinas, 18.000 fichas de jugadores congeladas y más de 20.000 partidos que han quedado en el limbo. En algunas categorías regionales, hasta un tercio de los equipos se han visto severamente perjudicados, arrastrados por la devastación.

La presidenta del Club E1 Paiporta, Yolanda Folguera, camina por las calles desoladas de su localidad, completamente cubiertas de barro. Aunque han pasado solo unos días desde que la tragedia golpeó la región y la lista de desaparecidos sigue aumentando, los rostros de los niños asoman por las ventanas, llenos de esperanza. “¿Yolanda, vamos a volver a entrenar?”, preguntan. A pesar de su propia incertidumbre, ella intenta infundir ánimo en los pequeños: “Hoy no, pero entrenaremos pronto”. Su mayor misión en este momento es ayudarles a recuperar la ilusión por el fútbol.

La situación es crítica y demuestra cómo el deporte puede ser un refugio y una fuente de esperanza en tiempos de crisis. El campo de fútbol, una vez vibrante con la energía de los jóvenes, se ha convertido en un símbolo de la lucha por la recuperación y la resiliencia. La comunidad espera con ansias un resurgimiento, no solo del fútbol, sino de un futuro mejor.